Acuerdo Nacional por la Seguridad

La noche del miércoles 15 de octubre fue momento de abordar un suceso que no ha perdido vigencia dada la situación actual de nuestro país: La firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, firmado el 21 de agosto por los representantes de los tres poderes así como por representantes de la sociedad civil.

A menos de un mes de la publicación de este documento, México fue víctima de un atentado en la capital michoacana, lo que ha desatado constantes discusiones sobre el cumplimiento de este acuerdo y las posibilidades de hacerlo. Es por esto que el programa de la FCPyS, Tiempo de Análisis, se dio a la tarea de buscar voces autorizadas que le mostraran a la audiencia un panorama del momento al que nos enfrentamos.

Como consecuencia, en la emisión nos acompañaron dos académicos de nuestra facultad: por un lado, el Dr. En Ciencia Política, Fernando Ayala Blanco, quien además es profesor e investigador, y por el otro, Juan Carlos Delgadillo Salas, Licenciado en Ciencia Política y Administración Pública.

Bajo la conducción de Javier Oliva se dio inició el programa con la premisa de la Seguridad Nacional y la forma en la que se están acotando la violencia, el crimen organizado y el narcotráfico, además de las condiciones actuales de gobernabilidad. Se expresó que un régimen democrático debe dar garantías en materia de seguridad y México es vulnerable en este aspecto, he ahí la necesidad de llegar a acuerdos.

Por su lado el profesor Fernando Ayala encontró la explicación a dicha vulnerabilidad en la ambigua definición constitucional de la seguridad así como la falta de plazos en su solución, lo que provoca confusión y que nadie se haga responsable con respecto a este tema.

El Lic. Juan Carlos Delgadillo se mostró preocupado por la reacción tardía de las autoridades y comentó que no debemos buscar momentos difíciles como estos para asumir compromisos. Esta problemática ha rebasado a las instituciones mexicanas, y nos damos cuenta que con el acuerdo se quiere tapar el sol con un dedo. Debieron haber implementado medidas desde mucho antes, agregó.

Poco a poco fueron llegando las llamadas del público, las cuales fomentaron el debate y permitieron saber la preocupación ciudadana en torno a este tema. Además permitieron abordar la plática ahora desde el compromiso social porque todos debemos ser partícipes del cambio que anhelamos.

El tiempo pasó volando y pronto fue tiempo de llegar a las conclusiones del programa, se habló del fortalecimiento de las instituciones y la implementación de nuevos programas de desarrollo policial para que el ejército no tenga que cumplir con tareas que no le corresponden.

De esta manera llego a su fin una emisión más de Tiempo De Análisis, el programa donde todas las opiniones son válidas pues ayudan a entender nuestro contexto político y social.

Cristian Barrientos

México 2006. Las elecciones que dividieron al país

El libro México 2006. Las elecciones que dividieron al país, trata de explicar el contexto en el que se desarrolló el proceso electoral, además de la forma en que los actores políticos, las instituciones y los actores sociales se comportaron durante el mismo. De acuerdo con Germán Pérez Fernández del Castillo, doctor en Filosofía Política y autor de este libro, su obra muestra el “balance del pésimo comportamiento de las instituciones, y peor de los actores políticos”.La presentación de este libro se realizó en el programa Tiempo de Análisis, con la colaboración de la doctora en Ciencia Política, Rosa María Mirón Lince, el maestro en Estudios Políticos, Pablo González Ulloa Aguirre, el maestro Salvador Mora, el doctor Germán Pérez, autor del libro y nuestro conductor, Juan Carlos León Corona.

Una afirmación que refleja la esencia del libro que se presentó es la siguiente: “Todos se saltaron las cercas, violentaron el estado de derecho e involucraron a la sociedad en una separación”. La obra analiza el papel que jugaron los tres partidos más importantes en las pasadas elecciones presidenciales, de la misma manera analiza a las instituciones que se vieron involucradas en aquel proceso.
Los invitados a la mesa de análisis comentaron sobre la fragilidad del IFE en el 2003, resaltando que “fue un parto mal logrado” ya que, desde su perspectiva, el Consejo General tenía varios problemas, entre los que destacan: los favoritismos, la falta de experiencia y de decisión. Se afirmó que el Consejo no tuvo la capacidad de encabezar el proceso.

La importancia del libro radica en la contextualización que se presenta al lector en las situaciones y acontecimientos que ocurrieron antes y durante el proceso electoral. Se hace un esbozo del balance socioeconómico del sexenio foxista, el cual apunta hacia un evidente fracaso. Además hace un recuento de las reformas electorales que se vienen dando desde 1996 hasta el año de las elecciones en 2006.Para los panelistas, el problema del 2006 se potencializó en las instituciones, las cuales tuvieron poca capacidad en términos de la validación de la votación. Esta ineptitud tuvo como consecuencia la pérdida de confianza por parte de la ciudadanía.

Acerca de la polarización que se vivió en el país a causa de las elecciones, los especialistas comentan que esta separación de la sociedad es un fenómeno antes de que empiece el proceso electoral, y durante las campañas electorales, la “encuestitis” colaboró a la polarización.
La polémica surgió con la afirmación por parte del panel de que no había fraude. El doctor Fernández del Castillo explicó que “no hay fraude electoral porque el fraude es una tipificación estipulada en el Código Penal, no existe el fraude en términos electorales, jurídicamente hablando”.

Se dijo que el fraude no había existido, pero se aceptó que ocurrieron ciertas irregularidades e inconsistencias durante el proceso electoral. Se recordó que ninguna persona que no sea partido político puede contratar tiempo en los medios, con lo que se evidenciaron las irregularidades de este tipo llevadas a cabo por Víctor González Torres, Aznar, el expresidente de España, y los ataque en contra de Obrador provenientes de Vicente Fox. Además durante los últimos quince días de campaña se hace un gasto excesivo en contra de un candidato. No hay fraude pero sí irregularidades.
Por último los especialistas dieron sus expectativas para las próximas elecciones. Se espera que durante el próximo proceso electoral, la campaña consista más en difusión de ideologías y planes de trabajo y que haya menos spotización. Se cierra una etapa en el 2006, ahora hay nuevas reformas a la constitución, nueva normatividad, nuevo COFIPE, los cuales se pondrán a prueba el próximo año.


Nota: Jorge Islas

A cuarenta años del 68

Tiempo de Análisis dedicó dos programas para revivir, desde la reflexión histórica y desde las experiencias de vida de los invitados a la emisión radiofónica el movimiento estudiantil del 68, que cabe señalar, fue una movilización social que marcó la vida política, social y cultural de México.

La primera mesa estuvo integrada por la doctora en historia de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en Francia, Eugenia Allier; por Jorge Martínez Almaraz, profesor de la FCPyS; el ingeniero Félix Hernández Gamundi, miembro del Comité del 68 y del Consejo Nacional de Huelga, y el maestro en filosofía por la Universidad de Nueva York, José Manuel Orozco Garibay.
Según Martínez Almaraz, los antecedentes que conformaron el 68 fueron movimientos sociales de campesinos, médicos, ferrocarrileros y estudiantes, que se dieron a raíz del impedimento en contra del desarrollo intelectual y de valores nacientes por los que propugnaban las nuevas generaciones.

Los panelistas criticaron el autoritarismo mexicano que favoreció el surgimiento del sindicalismo universitario. Al respecto, el ingeniero Gamundi comentó que las acciones políticas en contra del gobierno se convertían en frustraciones, pues el uso de los espacios públicos era reservado por contingentes priistas coordinados por el estado.
Dijo que el florecimiento de los movimientos sociales represivos dejó una sociedad más demandante y dispuesta a exigir cuentas a los gobernantes; al mismo tiempo, afirmó que ganar las calles como medio de demanda de la sociedad es un proceso de continuidad que debe de perdurar.

Después, Orozco Garibay, integrante del Club de Periodistas, explicó que el 68 fue una demanda de diálogo público abierto, de justicia social y de una democracia más sustantiva; todo esto para comprender que la necesidad social tiene un sentido para romper el autoritarismo que confrontó la manifestación de ideas públicas. “La defensa de la libertad de expresión es una lucha vigente”, expresó.
Por otra parte, Eugenia Alier subrayó que el 68 fue un acontecimiento que se liga con la lucha por la democracia, y saber qué aconteció hace cuarenta años debe ser imprescindible. Enfática, mencionó que actualmente “hay un desconocimiento por los jóvenes, y por eso es importante la difusión de elementos que rodearon al movimiento estudiantil”.

Además, el público, a través de sus llamadas, recordó que la lucha ideológica del 68 ya no es factible y dejó en claro que la memoria de la lucha social aún no ha desaparecido. Por último, la mesa de debate concluyó que gracias al 68 los mexicanos podemos exigir cuentas a los gobernantes, para esclarecer el clima de impunidad inevitable que desde hace décadas asola al país.

Nota: Álvarez Barrios Jesús Eduardo